2 dic 2012

dimensión procesual y colaborativa

la elección de lxs entrevistadxs fue coetánea a la definición del guión inicial que deseábamos que estructurase las conversaciones.

las conversaciones se desarrollaron en Madrid a lo largo de julio y agosto de 2012, se extendieron unos 150 min. cada una.

Conversación con Arantxa (imagen R. Jordán)
previamente al encuentro con el/la entrevistadx, el colectivo contactó con lxs entrevistadxs para solicitar su participación, para negociar la relación de respeto y de confidencialidad, por medio de un preacuerdo escrito, y para recepcionar sus requisitos con respecto a la confidencialidad de su intimidad (si aceptaban ser fotografiados y qué parte de su cuerpo podíamos reproducir, cómo deseaban ser nombradxs, si aceptaban ser grabados con cámara de vídeo y qué parte de su cuerpo podíamos reproducir, etc.).

La labor de transcripción de los archivos de audio generados en las entrevistas (registrados con una grabadora de voz) fue realizada también por el colectivo. Esta fue, quizás, la labor más dura: mecanografiar documentos de 18 páginas a un espacio.

El archivo de texto generado por cada conversación fue enviado al correspondiente entrevistadx, cumpliendo los términos del preacuerdo, según el cual, el/la entrevistadx podía corregir, modificar o suprimir, a posteriori, las partes de la conversación que deseara.

Los textos finalmente validados por lxs entrevistadxs nos sirvieron al colectivo para iniciar el proceso de abstracción y síntesis de la información, y el inicio del proceso de definición de zonas o espacios y el estudio de las interrelaciones que en ellas se producen.

Las nociones y categorías con las que pasamos a describir los afectos y la vulnerabilidad, fueron discutidas y negociadas por el colectivo.